Publicado por El fallecimiento de un ser querido ya supone una situación emocional complicada como para además estar pendiente de cuestiones económicas. Gracias al seguro de decesos, los gastos de la organización del funeral quedan cubiertos por la póliza, así como la realización de los trámites que este conlleva.
Enfrentarse a cuestiones burocráticas en momentos tan delicados como el fallecimiento de un familiar puede agravar los sentimientos de ansiedad e impotencia. Si a estas circunstancias se le suma un desembolso medio de 6.000 euros en gastos funerarios, la situación puede resultar desbordante. Las coberturas de los seguros de decesos incluyen gestiones básicas para el traslado del fallecido y la realización del sepelio, así como otros servicios adicionales de asistencia a la familia.
¿Qué ventajas ofrecen los seguros de decesos?
La contratación de una póliza de decesos permite planificar una situación que puede condicionar de muchas maneras la estabilidad del entorno familiar. Con uno de estos seguros, al menos el desembolso económico que supone la preparación de un funeral dejará de ser una preocupación. Cuestiones como el coste del féretro, el coche funerario, las esquelas en medios de comunicación, las flores, el tanatorio o el tipo de entierro, ya aparecen contempladas en la póliza.
Este tipo de pólizas sirve para liberar a la familia no solo de los costes del sepelio sino de las molestias de su organización. El seguro también ofrece coberturas adicionales para la realización de los trámites burocráticos previos y posteriores al fallecimiento a través de un servicio de asistencia jurídica, así como la preparación de toda la documentación necesaria para ello (certificados del Registro Civil, actos de última voluntad, declaración de herederos, escrituras de aceptación/renuncia de la herencia…).
La repatriación de un asegurado que ha fallecido en el extranjero tampoco supondrá un problema añadido a la organización del funeral. Tanto los traslados nacionales como los internacionales hasta el lugar designado están cubiertos por la póliza. Esta cobertura incluye también la asistencia a menores en ausencia de padres o tutores en el domicilio familiar durante ese tiempo, así como los gastos de alojamiento y manutención de los acompañantes cuando el fallecimiento se haya producido fuera del domicilio habitual.
Por último, pero no menos importante que los trámites relacionados con la organización del funeral, el seguro de decesos cuenta con un servicio de atención psicológica y apoyo emocional. La asistencia profesional en momentos tan delicados puede ayudar a afrontar el duelo con mayor entereza.
