Publicado por Las imprudencias al volante y los fallos mecánicos pueden ser motivo de incendio en un vehículo. Este tipo de incidentes son más habituales de lo que parece y, en la mayoría de los casos, podrían evitarse adoptando las medidas oportunas.
Los vehículos a motor tradicionales necesitan de materiales combustibles para su funcionamiento. Cualquier anomalía en el sistema, ya sea por causas internas o externas, puede hacer que el coche se incendie. Es importante mantenerse alerta ante las señales que pueden indicar que un vehículo está a punto de arder para actuar en consecuencia.
Causas habituales de incendios en coches
No solo los vehículos de cargas inflamables son susceptibles de incendiarse. Cualquier turismo de combustión (e incluso los eléctricos) está expuesto a este riesgo. No en vano, un coche emplea numerosos líquidos que arden con facilidad, así como más de un kilómetro de cableado eléctrico que también puede convertirse en el origen de un fuego.
Este es el listado de las causas más comunes por las que un vehículo puede terminar consumido por las llamas:
- Fuga de líquidos: es más habitual tras un accidente de tráfico, pero también puede producirse si no se realiza un mantenimiento adecuado del vehículo (revisiones del líquido de motor, aceite, líquido de la batería, fugas de combustible…).
- Fallos eléctricos: el desgaste del cableado y la pérdida de aislamiento (cables pelados) pueden derivar en cortocircuitos y chispas que hagan arder otros componentes inflamables del vehículo.
- Sobrecalentamiento del motor: si el motor alcanza temperaturas excesivamente altas, los líquidos que circulan por su interior pueden derramarse a otras zonas en las que no están protegidos de una posible combustión.
- Cargas peligrosas: transportar bidones con líquidos inflamables en vehículos no habilitados para ello es una imprudencia que puede acabar en un incidente grave.
- Animales y hojas: en ocasiones animales como ratas y gatos callejeros buscan un hueco en el que refugiarse entre la mecánica de los vehículos. Esto puede provocar un mal funcionamiento del sistema, cables rotos y chispas inoportunas. También la obstrucción producida por una acumulación de hojas secas puede provocar combustión.
- Fumar durante la conducción: la caída de un cigarrillo encendido dentro del coche podría prender fuego los asientos o las alfombrillas.
- Vandalismo: los actos de vandalismo callejero pueden hacer que un vehículo en perfecto estado termine calcinado. Un seguro de coche a todo riesgo cubre este y otro tipo de siniestros similares.
Consejos de seguridad para evitar incendios en coches
Las principales señales de que un coche puede estar a punto de empezar a arder son las chispas, la salida de humos del capó o la subida repentina de la temperatura del motor.
Para evitar los problemas que habitualmente son la casusa de incendios en los vehículos se recomienda:
- Realizar un mantenimiento regular con un mecánico de confianza
- Mantenerse alerta ante cualquiera de las anomalías anteriormente citadas
- Evitar fumar al volante
- Estacionar el vehículo en aparcamientos privados o vigilados
