¡Comenzamos Annapurna Bike 2018!

Publicado por

Hemos tenido la suerte de poder hablar con Miguel Silvestre, director deportivo del Reto Pelayo Vida y ciclista reconocido en categoría élite hasta los 26 años. Actualmente es ponente en foros nacionales e internacionales de deporte y dedica parte de su tiempo a organizar pruebas deportivas como el reto que está llevando a cabo junto a las cinco valientes españolas que han superado el cáncer de mama y se aventuran a realizar el Annapurna Bike 2018.

El equipo se enfrenta a uno de los desafíos físicos más exigentes ya que atravesarán uno de los recorridos más duros de la Tierra. Defendiendo la filosofía:  “lo importante es disfrutar de la bici ”, Miguel Silvestre acepta el reto de dirigir esta expedición.

El reto dio el pistoletazo de salida en el aeropuerto de Barajas desde donde volaron a Katmandú, la capital de Nepal. La ruta de estas cinco aventureras comienza a  doscientos kilómetros de la capital, en Pokhara, conocida por ser la segunda ciudad más importante de Nepal y la puerta de entrada a este circuito que recorre el Himalaya.

La primera etapa se sitúa a una altura de 800 metros de altitud que irá ascendiendo a medida que vaya avanzando la expedición hasta alcanzar el pico más alto, en la séptima etapa, a 4.300 metros de altura. Un total de siete etapas conforman este reto de Tatopani a Lo Manthang. Desde atravesar zonas  lluviosas de mucha vegetación, pasando por puertos de montaña con frío y temperaturas bajo cero, hasta alcanzar zonas rocosas donde tendrán que llevar la bicicleta a cuestas, las chicas están dispuestas a luchar por superar los 300 km de reto.

A lo largo del recorrido se encontrarán con una serie de obstáculos que tendrán que ir afrontando como la falta de oxígeno, el escaso rendimiento físico o la dificultad para descansar que se generará una vez que vayan ascendiendo y superen los 2.500 metros de altura.

El mal de altura se consigue evitar aclimatándose, es decir, cuando lleguemos a los 2.500 metros y ya no bajemos de allí, tendremos que ascender poquito a poco.

El circuito ha sido diseñado meticulosamente por un equipo de profesionales para que los integrantes puedan adaptarse previamente a estas alturas. Una de las fases más críticas en las que se enfrentarán con este problema será en la tercera etapa donde se encontrarán con un continuo ascenso, una zona muy rocosa de poca vegetación en la que deberán acomodarse a lo largo de 35km. Descansando en cada etapa y alimentándose a base de arroz y vegetales para recobrar energías se prepararán para el siguiente reto del día. Alejados de los lujos y la civilización, cargados únicamente con ilusión, muchas ganas y una bicicleta, las expedicionarias se aventuran a coronar el Himalaya.

No te pierdas el recorrido y sigue la aventura con nosotros.

¡Empezamos!