El impulso a las energías renovables ha hecho que cada vez resulte más accesible el autoconsumo eléctrico en los hogares. Las exigencias técnicas no son demasiado complicadas, pero es necesario cumplir con algunos trámites burocráticos para legalizar la instalación.
Antes de proceder a la activación de la instalación fotovoltaica de una vivienda hay que cumplir con ciertos protocolos. Las gestiones con la Administración suelen ser algo engorrosas, pero normalmente la propia empresa instaladora se encarga de resolver todo el papeleo. De hecho, salvo en Cataluña, solo los instaladores autorizados pueden iniciar estos trámites.
Pasos para legalizar una instalación de autoconsumo eléctrico en casa
La normativa actual obliga a que todas las instalaciones fotovoltaicas sean legalizadas en el Ministerio de Industria, salvo aquellas que están desconectadas de la red. El protocolo de legalización presenta algunos matices en función de si la instalación va a realizarse en una comunidad de vecinos o en una vivienda unifamiliar, y varía también dependiendo de la potencia nominal.
En cualquier caso, el proceso para legalizar una instalación de autoconsumo pasa siempre por los siguientes pasos:
- Análisis de la viabilidad del proyecto.
- Redacción de la memoria técnica o proyecto, en función de si la instalación es mayor o menor de 10 kW.
- Petición de permisos: autorización municipal y licencia de obra.
- Petición de ayudas o subvenciones.
- Ejecución de la instalación.
- Registro administrativo en el organismo autonómico correspondiente (consejería de industria).
- Boletín de la instalación en el que consta el Acta de puesta en servicio.
- Solicitud de una conexión eléctrica a la empresa distribuidora para recibir un código de identificación de la instalación (CAU).
Una vez realizados todos los trámites se confirma la suscripción de un nuevo contrato de suministro, acceso y conexión que autoriza el autoconsumo. Para mayor tranquilidad, es recomendable contratar un seguro de daños eléctricos que cubra los daños que puedan sufrir las instalaciones eléctricas del hogar, incluidos los electrodomésticos.