Desperfectos en casa

Cómo actuar ante los desperfectos causados por un inquilino

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Cuando alquilas una vivienda asumes ciertos riesgos. Por un lado, los comunes a cualquier tipo de inmueble: averías eléctricas o de agua, roturas, fenómenos meteorológicos adversos… Por otro lado, los problemas que podrían provocar tu propios inquilino.  

Frente a cualquier tipo de imprevisto, lo mejor es tener las espaldas cubiertas con un seguro de hogar para viviendas en alquiler. Gracias a este tipo de pólizas, tanto los propietarios como los inquilinos se benefician de coberturas que garantizan una mayor tranquilidad.   

Reclamación de daños al inquilino 

La contratación de un seguro de hogar en una vivienda alquilada permite al propietario reclamar los daños que no han sido consecuencia del deterioro normal del inmueble para que la aseguradora se encargue de todo. Esto facilita y agiliza las indemnizaciones que se reclaman por la vía civil o penal.  

En cualquier caso, si vas a reclamar los desperfectos causados por el inquilino en un inmueble de tu propiedad, deberás seguir un procedimiento en la forma y los plazos correspondientes.  

  • Confirmar la relación contractual  con el inquilino

Hay que reunir y presentar en el juzgado o en la compañía aseguradora toda la documentación que ratifique que existe una relación contractual de arrendador-arrendatario.  

  • Inspección de la vivienda

Al término de contrato, el arrendador dispone de 30 días para la devolución de la fianza. Es un tiempo prudencial que se destina a que el propietario tenga la oportunidad de revisar a fondo el estado de la vivienda.  

  • Resolución por la vía amistosa 

Antes de la devolución de la fianza, se le comunicará al inquilino la existencia de daños en el inmueble que deberán correr de su cuenta. Esto puede implicar la no devolución de la fianza e incluso un pago adicional.  

  • Obtención de pruebas 

Es el arrendador el que, como afectado, tendrá que presentar pruebas de todos los daños que le imputa al inquilino. En este punto, las discrepancias entre lo que es un daño imputable o no al inquilino puede generar desacuerdo entre las partes implicadas y demorar el proceso.  

  • Presentación de pruebas 

La presentación de una denuncia o reclamación por daños no debe superar los dos meses tras la finalización del contrato. Un espacio de tiempo más prolongado haría que perdiera fuerza la vinculación entre los destrozos comunicados y el inquilino.  

  • Resolución con el inquilino

EL tiempo para obtener una respuesta varía en cada caso. Además, llegar al final de la cuestión y ganar no implica que el arrendador las tenga todas consigo. Si el inquilino se declara insolvente, no correrá con los gastos de los destrozos ocasionados. No obstante, las aseguradoras suelen cubrir hasta 3.000 euros en concepto de indemnización para costear las reparaciones necesarias.

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