Con la subida del precio de la electricidad, el gas y los carburantes, mantener una temperatura agradable en casa durante el invierno también resulta más caro. ¿Es posible ahorrar en calefacción a pesar de este incremento de costes? Hay algunos trucos para minimizar el gasto sin comprometer el confort.
Cualquier consejo sobre el ahorro de calefacción en casa parte de la base de que se cumplen tres requisitos: buen mantenimiento, buen aislamiento y buen uso. Parecen tres apreciaciones demasiado obvias, pero lo cierto es que adquirir ciertos hábitos de ahorro resulta más complicado cuanto más se normalizan las malas costumbres. Teniendo en cuenta que calentar la casa este invierno será entre un 15 y un 20% más caro según la OCU, conviene poner en práctica cuanto antes ciertas rutinas.
6 formas de ahorrar calefacción en casa
1. Revisar de la caldera
Al comienzo de la temporada de frío es importante poner a punto la caldera. Algunos seguros de hogar incluyen la revisión y la limpieza anual. Es la mejor forma de garantizar su buen funcionamiento y prevenir costosas averías.
2. Purgar los radiadores
No es necesaria la intervención de un técnico para sacar el aire de los radiadores y asegurarse de que calientan como es debido. Basta con encender la calefacción y girar ligeramente el tornillo que hay en el lateral del radiador. Cuando el aire dé paso a las primeras gotas de agua, solo hay que volver a cerrar el tornillo.
3. Controlar la temperatura
Cada grado de temperatura que reduzcas en el termostato puede suponer un ahorro del 7-11%. No se trata de que pases frío, pero sí de que optimices la temperatura. El nivel de temperatura ideal del hogar en invierno se sitúa entre los 19-21 ºC. Manteniendo una temperatura constante harás un uso más eficiente del sistema de calefacción.
4. Ventilar por las mañanas
Es importante ventilar la casa al menos una vez al día. Sobre todo en invierno, la presencia de humedad en el hogar puede terminar dañando el mobiliario, los textiles y las paredes. Ventilar a primera hora de la mañana te permite emplear el sistema de calefacción de forma más eficiente durante el resto de la jornada.
5. No usar los radiadores para secar ropa
Al cubrir los radiadores con tejidos húmedos los obligarás a trabajar más, con el consecuente consumo de energía que ello implica. Lo mismo sucede si el radiador está ubicado en el interior de un mueble o parcialmente cubierto. Esa barrera térmica que se crea a su alrededor impedirá que el calor se distribuya de manera eficiente por las estancias.
6. Aislar puertas y ventanas
Las principales pérdidas de temperatura de una vivienda se producen a través de sus cerramientos. Es importante instalar puertas y ventanas bien selladas. El empleo de persianas y cortinas ayudará a mantener un mayor control sobre la luz y la temperatura en los diferentes momentos del día.