Brecha salarial de género

Brecha salarial de género: el partido se iguala

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Son muchos los años en los que se lleva hablando de brecha salarial de género, de techos de cristal, de discriminación positiva… También son muchas las acciones de impulso para que la equiparación de género en el plano laboral y profesional sea efectiva, desde días internacionales, a instituciones de alto nivel, como puede ser el ejemplo del Ministerio de Igualdad en nuestro país.  

Y muchas son las cosas que se han conseguido, los datos lo confirman. Efectivamente, la mujer ha avanzado en este sentido, al menos en Occidente -tampoco podemos olvidar que, en otras latitudes, la realidad es otra-. 

Sí, avanzamos, pero por un camino en el que aún queda camino por recorrer… Y si bien, debemos celebrar esos avances, tampoco debemos bajar el ritmo en la carrera hacia el final de ese camino.  

En este sentido, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Igualdad Salarial, el pasado domingo 18 de septiembre, la Fundación de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (FUNCAS), conocido centro de análisis dedicado a la investigación económica y social y a su divulgación, ha realizado un análisis que revela que “la brecha salarial de género, desde 2020, ha perdido relevancia respecto a otras brechas laborales”, atendiendo a las conclusiones del Employment Outlook 2022 de la OCDE, informe para el que “los jóvenes, los trabajadores poco cualificados, los inmigrantes y las minorías étnicas como los grupos más vulnerables del mercado de trabajo. Son ellos los que han sufrido más severamente los efectos económicos de la pandemia y los que ahora pueden verse más perjudicados por el shock inflacionario”.  

Atendiendo a las cifras de EUROSTAT relativas a la brecha salarial, el análisis de FUNCAS confirma que efectivamente, la brecha salarial de género ha disminuido en buena parte de los países de la Unión Europea durante la última década.  

La brecha salarial en España

En España, en concreto, el descenso ha sido notable, “en el año 2020 (últimos datos disponibles) el salario medio bruto por hora trabajada de los hombres superaba en un 8,5% al de las mujeres, la mitad que en 2011 (16,8%)”, resalta el análisis de los datos de EUROSTAT, lo que significa una menor desigualdad respecto a países como Alemania (17,3%), Francia (15,3%) y los Países Bajos (13,1%), sino también respecto a países considerados “muy igualitarios” en cuestión de género como Dinamarca (13,4%) o Suecia (10,5%). 

¿Quiénes nos superan en igualdad salarial de género? Países como Luxemburgo (0,8%) e Italia (5,5%), “pero también en otros con economías menos desarrolladas, como Polonia (4,8%) y Rumanía (1,2%)”, resalta FUNCAS.  

Analizando las brechas salariales de género por grupos de edad, España manifiesta una particularidad interesante: mientras que en la mayoría de países, la brecha salarial de género tiende estrecharse a medida que disminuye la edad de los trabajadores, en España esta relación es más pronunciada. Y es que entre los trabajadores menores de 25 años la brecha salarial de género es negativa, y entre los que cuentan entre 25 y 34 años, apenas llega al 1%. 

En resumen, menos brecha salarial de género que muchos de nuestros socios europeos más avanzados, y una prácticamente nula brecha el caso de las generaciones más jóvenes de trabajadores y trabajadoras españoles.   

Pero si miramos con lupa estas cifras ‘tan positivas’, tal y como al inicio de esta frase, ‘hay algún pero…’. Así lo pone sobre la mesa es propio análisis, que advierte que los datos de EUROSTAT “dan cuenta de la brecha salarial de género en empresas de 10 o más empleados, por lo que dejan fuera de la estimación a cerca de un 40% de la población empleada en España”. Cabe la posibilidad de que en empresas con menos de 10 empleados se registren brechas salariales de género mayores que en las empresas grandes, “en cuyo caso los datos de Eurostat estarían infravalorando la realidad”. 

Avanzar por la senda de la igualdad

Por otro lado, aunque entre los más jóvenes se reduce muy significativamente la brecha salarial de género, no podemos pasar por alto que los salarios medios son inferiores a la media en esos grupos de edad, trabajadores y trabajadoras que además se encuentran en procesos vitales de emancipación o formación de sus propias familias. En esas circunstancias, “la consecución de una mayor igualdad salarial no puede ser concebida ni celebrada como un éxito social”, valora FUNCAS. 

Con todo ello, el ‘morado’ del que se están tiñendo las gráficas de la igualdad salarial en nuestro país, de momento, se queda en un tenue violeta…  Tonalidad que, seguro que veremos oscurecer, si seguimos avanzando por la senda de la igualdad. En este y en todos los sentidos.  

Y desde Pelayo Vida, especialistas en brindar la más completa protección a la mujer, estaremos atentos a todos esos avances, acompañándoos a todas por el camino. 

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