Guía y recomendaciones para conducir en moto con lluvia

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La lluvia y la conducción no suelen hacer buenas migas. Y mucho menos cuando se trata de utilizar nuestra moto. La visibilidad se reduce, el agarre de los neumáticos disminuye y no llevar un equipamiento adecuado puede comprometer todavía más la situación. No todo es negativo. La lluvia en las ciudades es sinónimo de atascos y la moto nos permite sortearlos con mayor facilidad. Eso sí, debemos tener en cuenta una serie de consejos básicos que reduzcan las posibilidades de sufrir un disgusto.

Quizá el aspecto más delicado cuando hablamos de conducir la moto con lluvia es la adherencia de los neumáticos al asfalto. Esta se reduce entre un 20% y un 30%. E incluso puede disminuir todavía más con las primeras gotas que se mezclan con la suciedad del asfalto, puesto que hacen aflorar aceites y grasas. Por todo ello es fundamental que no se escape ningún elemento de seguridad.

Consejos para viajar con seguridad en moto mientras llueve

Comprobar el estado de los neumáticos. Si el agarre de los neumáticos de una moto se reduce cuando la lluvia hace acto de presencia, es fundamental que su estado sea óptimo. La presión tiene que ser la adecuada y, sobre todo, el dibujo debe ser visible. Alargar la vida útil de unos neumáticos es el mayor error que se puede cometer, ya que estaremos comprometiendo nuestra seguridad.

Importancia de la distancia de seguridad. Si la distancia de seguridad es clave cuando conducimos una moto o cualquier vehículo en circunstancias normales, mucho más lo es cuando llueve. En estos casos habrá que guardar una distancia el doble que lo habitual, es decir, de unos cien metros. Hay que recordar que con agua la distancia de frenado aumenta hasta en un 40 por ciento.

Movimientos suaves y rectitud. Los movimientos bruscos y trazar las curvas demasiado inclinado son dos aspectos contraproducentes para conducir una moto mientras llueve. Hay que apostar por una conducción suave sin grandes acelerones, especialmente cuando salimos de un semáforo. Por otro lado, mantener la moto lo más recta posible hará que tengamos la mayor superficie del neumático en contacto con el asfalto.

Evitar los charcos y la parte central del carril. El ‘aquaplaning’ es sin duda el mayor riesgo al que se expone cualquier persona que coja la moto un día de lluvia. Para evitarlo es primordial no circular por charcos. Además, es conveniente alejarse del centro del carril ya que en este punto queda acumulado el aceite y la grasa que pierden los vehículos y que pueden convertir la vía en una auténtica pista de patinaje.

Usar una equipación adecuada. Nuestra indumentaria para conducir la moto en días de lluvia es un aspecto fundamental para preservar la seguridad. Es primordial equiparse con ropa impermeable para que el agua no penetre en nuestro cuerpo. Si sufrimos daño en nuestra equipación por accidente numerosas pólizas incluyen asegurar el casco y la vestimenta. En los días de lluvia, un consejo es colocar los guantes por encima de las muñecas de la chaqueta y el pantalón, por encima de las botas. Es contraproducente usar elementos de plástico para cubrir manos y pies ya que propician un peor agarre. El casco siempre es obligatorio, pero en días de lluvia tiene además la función de protegernos del agua. Eso sí, para evitar que se empañe podemos dejar ligeramente abierta la pantalla o utilizar una lámina antivaho o algún producto específico.