El mantenimiento regular del vehículo conlleva una serie de gastos fijos que conviene tener en cuenta para evitar sorpresas con el presupuesto. Se calcula media anual de 228 euros que se incrementa a medida que aumenta la antigüedad del coche y con ella los costes de reparaciones y puesta a punto.
Comprar un coche es una inversión que se debe hacer siempre con una mentalidad a largo plazo. Y es que aparte de la inversión inicial en su adquisición, hay que tener en cuenta los gastos derivados de las revisiones de mantenimiento al llevarlo al taller por cada fabricante en base a los kilómetros recorridos y a la antigüedad del vehículo.
Este tipo de gastos fijos no se pueden aplazar: resultan fundamentales para la seguridad durante la conducción y para prolongar la vida útil del vehículo. La alternativa de los coches eléctricos se presenta como una estupenda solución para reducir estos costes: tienen un 60% menos de piezas que los vehículos diésel o de gasolina lo que rebaja hasta un 30% el precio de su mantenimiento. El principal problema es que el coste de compra de estos vehículos sigue siendo elevado, por lo que la mayoría de los conductores se ve todavía limitado a la oferta de coches convencionales.
Principales gastos de mantenimiento en un vehículo convencional
- Correa de distribución: es uno de los cambios más necesarios y también de los más costosos, en torno a los 500-600 €. Por suerte el mantenimiento tiene una vigencia de unos 60.000 km.
- Frenos: el diagnóstico del sistema de frenado se suele realizar también cada 60.000 km o cada dos años. El reemplazo del líquido y las pastillas de freno ronda los 100 €.
- Suspensión: conviene revisar los amortiguadores cada 30.000 km. La necesidad de un cambio implicaría un desembolso aproximado de 320 € en el caso de la suspensión delantera y 260 € si se trata de la trasera.
- Neumáticos: el vehículo no pasará la ITV si el dibujo de la cubierta tiene una profundidad inferior a los 1,6 mm. Se recomienda un cambio cada 50.000 km, algo que supone un coste medio de 450 €, aunque el precio varía mucho en función de las características de las ruedas.
- Batería: la vida de una batería depende mucho de las condiciones del clima y las características de la conducción, aunque suelen tener un tope de 5 años. El precio es muy variable y está en función del modelo del coche. Las más económicas cuestan en torno a los 70 €, pero en algunos coches pueden superar los 200 €.
- Aceite y cambios de filtro: es el cambio más regular, entre una y dos veces al año con un uso normal del vehículo. El cambio de aceite ronda los 60 € (en función de marcas/calidades), un precio al que hay que sumar el coste del reemplazo del filtro (unos 15 €), el del aire (entre 8 y 20 €) y el del habitáculo (entre 12 y 24 €).