Publicado por El confort durante la conducción también se puede valorar en términos de temperatura. Encender el aire acondicionado es la forma más sencilla de garantizar un ambiente óptimo en el habitáculo, por lo que conviene tenerlo siempre a punto.
Fugas, pérdida de potencia, malos olores… Son muchos los aspectos que pueden hacer que la climatización del vehículo no sea todo lo eficiente que cabría esperar. Adelántate a los meses de verano y comprueba que todo funciona correctamente en el aire acondicionado de tu coche.
Fallos más comunes del aire acondicionado del coche y cómo solucionarlos
Aunque no hay ninguna norma escrita sobre el tema, los fabricantes recomiendan realizar una revisión del sistema de climatización del vehículo cada 20.000 kilómetros. Con ello garantizarás el confort térmico durante la conducción, algo imprescindible para la seguridad al volante.
Estas revisiones sirven para comprobar el estado de la puesta en marcha, el filtro, el compresor o la correa, para evitar o corregir problemas habituales como:
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Fugas en el sistema
El aire acondicionado del coche funciona con un circuito cerrado que, en condiciones normales, no necesitaría ninguna recarga. Sin embargo, como consecuencia del uso del vehículo y los movimientos, las conexiones se pueden desplazar o deteriorar, provocando pequeñas fugas. En caso de necesitar una recarga de gas, lo mejor es hacer antes una revisión completa de las tuberías para evitar que este vuelva a agotarse.
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Averías en el compresor
Si tras comprobar que no existen fugas en el aire acondicionado, este sigue funcionando de manera deficiente, lo más probable es que el problema esté en el compresor. Esta es la pieza encargada de hacer que el gas refrigerante se distribuya por todo el circuito, por lo que cualquier avería hará que el aire no salga frío. Normalmente, se soluciona con una buena lubricación, aunque si el fallo es eléctrico y no mecánico, lo mejor es pasar por el taller.
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Malos olores
La presencia de malos olores al conectar el sistema de climatización es síntoma inequívoco de que algo no funciona correctamente en el sistema de climatización. Esos olores desagradables son la consecuencia de la presencia de bacterias, hongos o moho en el sistema y no solo resultan molestos, sino que pueden ser perjudiciales para la salud. Lo habitual es que el problema esté en el compresor, en los tubos de aireación o en unos filtros deteriorados que necesitarán un reemplazo o una puesta a punto.
