El gol de Iniesta y tú

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Hace cinco años, pero parece que sucedió ayer. Fuiste a la cocina a por patatas fritas y a por palomitas. Tus tres mejores amigos estaban en el sofá del salón. Era el minuto 26 de la prórroga, y España se había colado en la final de la copa del mundo de fútbol, en Sudáfrica ¡Qué lejos está Sudáfrica! ¿Quince horas de avión? Más o menos. Lo curioso es que no hay jet lag, porque en Johannesburgo es la misma hora que en Madrid. Qué cosas. Nunca has viajado tanto tiempo en avión, y mucho menos sin jet lag… Todo esto ibas pensando en la cocina, mientras buscabas las patatas, y entonces lo oíste. Y no podías creerlo. ¡Qué mala suerte! Pero ¿es que tenía que ser precisamente entonces? Lo oíste, claro y creciente, primero casi con timidez, con incredulidad, pero luego no cabía duda, tus amigos rugían no como si fueran tres, sino como si fueran veinte:

—¡Gooooooooooooooooooooooool !!!!!!!

Y en seguida, otro grito:

—¡¡¡¡Inieeeeeeeeeeesta!!!!

Corriste por el pasillo, agarrando como podías la bolsa de patatas y las palomitas. Lo recuerdas todo a cámara lenta, como en las películas. Dejaste un reguero de migas igual que Hansel y Gretel, pero nada importaba…

—¡Gooooooooooooooooooooooool !!!!!!!

Te lo perdiste. Primero te sentiste muy desgraciado ¿Por qué se te ocurrió ir a la cocina justo en ese momento? Pero luego tus amigos te contagiaron su entusiasmo, y hoy, cuando recuerdas aquel instante, te invade una sensación de confort, de estar donde tenías que estar y con quien querías estar. Nunca unas palomitas y unas patatas te supieron tan deliciosas.

Te sentiste seguro de ocupar tu lugar en el mundo, y cuando acabó el partido, y España era ya campeona, bajasteis por las escaleras precipitadamente y salisteis a la calle, donde otros muchos seguían gritando:

—¡¡¡¡Inieeeeeeeeeeesta!!!!

Pensaste que todo estaba en su sitio, y bajo la capa de emoción te invadió una agradable tranquilidad. Sentiste protección, seguridad, orgullo…

Todo eso es ya parte de tu vida, uno de esos momentos que Pelayo quiere asegurar. Aunque España no haya vuelto a ganar el mundial… todavía.

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