Asfalto y legislación de patinetes eléctricos

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No hace falta que hablemos a estas alturas de la proliferación de patinetes eléctricos que invaden las ciudades. Seguro que ya te has enfrentado a alguno de ellos pasando a escasos centímetros de ti por la acera, o incluso eres tú uno de los que lo utilizan.

Los patinetes entran dentro de la categoría de VMP, los Vehículos de Movilidad Personal al igual que segways o hoverboards, y en un tiempo récord han cambiado la manera de desplazarse por la ciudad (solo en Madrid ya se calculan unos 5.000).

Seas un firme defensor o un absoluto detractor de estos artilugios, lo cierto es que están generando importantes problemas tanto al tráfico rodado como al peatonal. A mayor número de vehículos mayor posibilidad de infracciones y de accidentes.

Las legislaciones correspondientes son demasiado recientes o incluso inexistentes, por lo que se puede decir que las ciudades aún no están preparadas para convivir con este tipo de vehículos. Pocos sabrían decir por dónde deben circular, y basta con salir a la calle para observar cuántos de los usuarios de patinetes eléctricos utilizan el casco.

Quizá por eso se plantean soluciones novedosas para evitar siniestros ocasionados por estos vehículos, como el que ha dado a conocer un equipo científico de la Universidad de Granada: Asfalto inteligente que hace reducir la velocidad a los patinetes.

Confeccionados con materiales metálicos este asfalto es capaz de generar códigos a modo de instrucciones precisas para los patinetes eléctricos y sus usuarios. Situados en zonas delicadas como calles transitadas o pasos peatonales, estos códigos envían información en tiempo real y pueden reducir la velocidad e incluso apagar el motor del vehículo.

Así, estas “carreteras codificadas” como empiezan a ser conocidas aparecen como posible solución a los problemas de estos VMP, y como un paso más en el desarrollo de la conducción autónoma.

Parece que al final todo quedaría entre el asfalto y el vehículo, eliminando de esta manera cualquier atisbo de error humano. En cualquier caso, y mientras este tipo de soluciones llegan a nuestras calles, te pedimos prudencia y sentido común al volante de cualquier vehículo.