Nunca se puede decir que algo está custodiado y protegido de los ladrones al cien por cien, a lo largo de la historia se han dado casos espectaculares de robos de tesoros supuestamente blindados y a prueba de cacos que se toparon con una banda de ladrones con el ingenio suficiente como para llevarse el botín. Estos son los diez mayores robos de la historia a cuyas víctimas más les hubiera valido tenido contratado un buen seguro:
- Asalto al tren de Glasgow (1963). El 8 de agosto de 1963 quince forajidos encabezados por Ronnie Biggs asaltaron el tren correo de Glasgow a Londres sin usar armas de fuego. Se llevaron un botín de 2,3 millones de libras, unos tres millones de euros que en la actualidad tendrían un valor superior a los 40 millones. Aunque toda la banda fue capturada al poco tiempo, Biggs logró fugarse de la cárcel y vivió durante años en Brasil hasta que decidió entregarse a las autoridades británicas en 2001. Su historia fue llevada al cine en Buster, protagonizada por Phil Collins.
- Banco Société Générale (1976). Albert Spaggiari lideró una banda de ladrones que durante tres meses construyó un túnel por las alcantarillas de Niza hasta los depósitos del banco Société Générale llevándose un botín de 60 millones de francos y dejando la poética pintada “Sin armas, sin violencia, sin odio”. Spaggiari fue capturado pero logró escapar saltando por una ventana y dándose a la fuga en una moto. Nunca más fue apresado y en 1989 publicó su versión de la historia en un libro.
- Aeropuerto JFK (1978). En la madrugada del 11 de diciembre de 1978 una furgoneta con cinco hombres con los rostros tapados con máscaras entró en los depósitos de la compañía Lufthansa del aeropuerto JFK de Nueva York, redujeron a los guardias y se llevaron un botín de cinco millones de dólares y un millón más en joyas. Este golpe, el mayor de la historia en Estados Unidos, se atribuye a mafiosos de origen italiano, y arrastra la leyenda negra de que la mayoría de los supuestos integrantes de la banda fueron apareciendo asesinados antes de ser detenidos. Scorsese llevó esta historia al cine en Uno de los nuestros.
- Museo de Boston (1990). El mayor robo de obras de arte del mundo se produjo en el museo Isabella Stewart Garden, con la sustracción de obras de Degas, Rembrandt y Vermeer. Los ladrones entraron disfrazados de policías, redujeron a los guardias y se llevaron las cintas de seguridad. Siguen en paradero desconocido.
- Centro de Diamantes de Amberes (2003). En 2003 una banda robó sin dejar huella el Centro de Diamantes de la ciudad belga de Amberes burlando hasta diez niveles de seguridad que incluían patrullas, barreras blindadas, cámaras de seguridad y detectores de calor por infrarrojos. Robaron joyas por valor de más de 100 millones de euros de las que todavía no hay rastro. Eso sí, el cabecilla del golpe, el italiano Leonardo Notarbartolo, fue detenido y condenado a diez años de prisión.
- Aeropuerto de Schiphol (2005). En el aeropuerto de Amsterdam, un grupo ladrones disfrazados de operarios de la terminal asaltaron un vehículo de carga de la aerolínea KLM que llevaba un suculento cargamento de diamantes valorado en 100 millones de euros.
- Banco Central de Brasil (2005). Uno de los robos más complejos de la historia. Una banda de nada menos que 35 ladrones se introdujo en las bóvedas de la sede del Banco Central de Brasil, en Fortaleza, excavando un túnel de 80 metros, y se pasó el fin de semana del 6 al 7 de agosto de 2005 desvalijando las cajas fuertes hasta conseguir un botín de más de 50 millones de euros. La construcción del túnel llevó meses: se hacían pasar pasar por una empresa de jardinería que alquiló una vivienda cercana al banco. Menos tiempo le llevó a la policía capturar a casi todos los ladrones, que se fueron delatando al adquirir coches de lujo. Eso sí, la mayor parte de lo robado sigue sin aparecer.
- Depósito de Securitas (2006). El condado de Kent, en Inglaterra, sufrió el mayor robo del Reino Unido cuando una banda organizada secuestró a la familia del director de Securitas obligando a éste a que les diera acceso a los depósitos de la compañía. El botín alcanzó los 53 millones de libras (unos 77 millones de euros). En este caso todos los integrantes de la banda fueron capturados.
- Camión de Brink’s (2013). También en Bélgica fue asaltado, dentro del aeropuerto de Bruselas, un camión blindado que transportaba diamantes. Los asaltantes usaron el recurrente truco de disfrazarse de policías y, a punta de pistola, desvalijaron el camión de la compañía Brink’s en apenas cinco minutos llevándose joyas por valor de 37 millones de euros.
- Joyería Harry Winston (2008). La famosa joyería parisina recibió en diciembre de 2008 la visita de unos peculiares clientes que iban disfrazados de mujeres, con pelucas y gafas de sol. Enseguida sacaron armas de fuego, redujeron al personal y, en menos de 15 minutos, se llevaron stock por valor de 85 millones de euros. La policía francesa dice haber recuperado el 80% de lo incautado aquel día.