Las normas de tráfico son muy estrictas en lo referente a la seguridad de los más pequeños. Viajar con niños implica aplicar medidas de retención especiales, como colocar de manera correcta la silla de bebé. No cumplir con ellas o no hacerlo del modo adecuado, puede derivar en sanción.
Según datos de la DGT, un alto porcentaje de las personas fallecidas en accidentes de tráfico no utilizaba los sistemas de retención y seguridad adecuados durante el desplazamiento. En el caso de los niños pequeños, el riesgo de sufrir daños graves en un accidente de coche es aún mayor, por lo que hay que prestar especial atención al uso de estos dispositivos de seguridad.
¿Cuál es la posición correcta de la silla de bebé?
Las exigencias de seguridad en relación con los desplazamientos en coche con niños pequeños están recogidas en el Real Decreto 667/2015. En él se especifica que, en vehículos de hasta 9 plazas, los menores de edad con estatura igual o inferior a los 1,35 cm deben viajar en los asientos traseros y utilizar un sistema de retención homologado.
Sobre la posición exacta de la sillita del bebé, el reglamento no especifica nada. Pero, en opinión de los expertos, el lugar más adecuado es el asiento central trasero. Al haber mayor distancia de las puertas laterales disminuye el riesgo de daño por impacto.
Si los anclajes del vehículo no facilitan esta posición, se puede colocar la sillita del bebé en el asiento trasero derecho. La ventaja de esta posición es que el conductor tendrá un mayor control visual sobre el niño, aparte de facilitar el acceso desde la acera.
Cuando resulta imposible colocar los sistemas de retención en los asientos traseros, se podrá colocar la sillita en el asiento del copiloto. Este supuesto es una excepción a la regla y obliga a tener desactivado el airbag de ese asiento.
Es importante adaptar el vehículo y las condiciones del viaje a las necesidades de los pasajeros más pequeños. No hacerlo no solo es motivo de sanción, sino que puede acabar en catástrofe.