En 2021 se batía el récord en ciberataques a coches de todas las marcas. Las nuevas tecnologías no solo han supuesto una mejora en las condiciones de conducción. También han hecho que los coches más inteligentes sean a su vez los más vulnerables frente a los hackers.
Las tecnologías conectadas han abierto una brecha de seguridad también al volante. Los vehículos que emplean sistemas avanzados para la navegación, la conducción y el control de todas sus prestaciones utilizan un tipo de arquitectura “en la nube” susceptible de ser manipulada desde el exterior. ¿Cómo puede afectar esto a la contratación de un seguro de coche?
Aumentan los ciberataques a vehículos
En realidad, no se trata de un hecho puntual. El incremento de los ciberataques a vehículos es una tendencia al alza desde 2012 y la razón es muy sencilla: cada vez hay más coches inteligentes que emplean las tecnologías de conectividad.
La conectividad es uno de los fundamentos de la conducción automatizada, el futuro de la automoción. Pero entre sus numerosas ventajas, también incluye algunos inconvenientes con respecto a la protección de datos o al propio control sobre el vehículo.
La implantación de estos sisemas exige un mayor esfuerzo por parte de los fabricantes para garantizar la seguridad e integridad de los usuarios. Pero también afecta a vendedores, talleres, peritos y aseguradoras.
La ciberseguridad en el seguro de tu coche
Teniendo en cuenta que ahora los coches se pueden incluso robar de forma remota, las compañías aseguradoras han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos. La ciberseguridad ha pasado a formar parte de los factores a tener en cuenta cuando se produce un robo o un siniestro, por lo que es un aspecto que las aseguradoras también tienen en cuenta en el diseño de los productos que ofrecen.
A partir del próximo mes de julio, todos los coches de nueva homologación en la UE deberán acreditar mediante certificación oficial su nivel de ciberseguridad. Esta homologación resultará de gran utilidad para las aseguradoras, que dispondrán de una herramienta objetiva con la que valorar en nivel de seguridad de los vehículos inteligentes frente a un posible ataque hacker.