El parabrisas del coche es mucho más que una parte estructural del vehículo. Protege de fenómenos como la lluvia, el viento o la nieve e impiden la entrada de cuerpos extraños en el habitáculo con una sorprendente resistencia.
Sería imposible concebir la conducción de un coche sin la presencia del parabrisas. Este elemento es el encargado de garantizar la seguridad y el confort de todos los pasajeros del vehículo durante sus desplazamientos y facilitar una mayor concentración al volante.
Este doble objetivo de protección y comodidad se consigue mediante el empleo de dos tipos de vidrios:
- Cristales templados: proporcionan una gran resistencia pero, en caso de impacto, se rompen en cientos de pequeños fragmentos que, aunque se mantienen unidos y no presentan aristas, dificultan la visibilidad. Se suelen emplear en las ventanas laterales ya que, precisamente por esta característica, facilitan el rescate de los pasajeros en caso de accidente.
- Cristales laminados: son vidrios de alta resistencia compuestos de varias láminas u hojas de un material termoplástico transparente (PVB). Aparte de ser una extraordinaria barrera frente a la entrada de objetos desde el exterior, al romperse no se convierte en pequeños pedazos sino que mantiene la estructura de una malla fija que permite seguir viendo el exterior sin dificultad.
Así te protegen los parabrisas de tu coche
Las lunas del vehículo no solo actúan como muro de protección frente al impacto de elementos tan comunes como la gravilla que, circulando a alta velocidad, pueden provocar grandes daños. La misión de los parabrisas del coche es la de proporcionar una experiencia de conducción agradable y segura desde múltiples perspectivas:
- Atenuación acústica de los ruidos procedentes del exterior
- Filtrado de las radiaciones ultravioletas (UV) del sol
- Climatización del habitáculo más rápida y económica
- Posibilidad de tratamiento repelente de agua
A pesar de su alta resistencia a temperaturas extremas, fenómenos atmosféricos e impactos, el parabrisas del coche no deja de ser uno de los elementos estructurales más expuestos a riesgos y eventualidades. Un seguro con cobertura de lunas te garantiza reparaciones rápidas y eficientes para que puedas seguir conduciendo sin problemas.