Publicado por Dependiendo de la gravedad de lo sucedido, un accidente puede convertirse en un proceso traumático que exija un período de adaptación psicológica a la nueva situación. En ocasiones, la ayuda profesional resulta imprescindible para superar con éxito estos momentos complicados.
El proceso de readaptación a la vida cotidiana tras un accidente de tráfico, laboral o en cualquier otro ámbito no solo se extiende al aspecto físico (en los casos en los que se han producido daños corporales), sino al plano emocional. No en vano, son cada vez más los seguros de accidente que cubren la asistencia psicológica.
¿Cómo son las emociones tras un episodio traumático?
Una de las reacciones más comunes e inminentes tras haber sufrido un accidente es la de la negación. Tomar conciencia de lo sucedido resulta muy complicado, por lo que la mente se bloquea para no afrontar la realidad.
Pese a tratarse de un mecanismo de defensa natural, es importante que la persona afectada empiece a asimilar la nueva situación cuanto antes. Sin embargo, una vez que desaparecen la negación y la conmoción pueden presentarse otros síntomas como la ansiedad, el aislamiento, la pérdida de apetito, la irritabilidad o los problemas para conciliar el sueño.
Para combatir todos los trastornos provocados por el trauma físico o emocional de un accidente, se recomienda recuperar paulatinamente las rutinas de la vida cotidiana, afrontando el cambio y aceptando la nueva normalidad.
Importancia del asesoramiento profesional en el manejo de las emociones
Recuperar el equilibrio emocional tras un accidente es un proceso que lleva tiempo y dedicación. La figura del profesional en salud mental resulta imprescindible para guiar a la persona afectada a través de este proceso de adaptación y garantizar su bienestar psicológico mediante el empleo de técnicas de afrontamiento.
En la puesta en marcha de estas estrategias para la superación del trauma también tendrán un papel destacado la familia y las amistades, así como otras cuestiones como la promoción de su autonomía o de una autopercepción positiva. En este sentido, muchos seguros de accidente incluyen también la cobertura de prótesis y cirugía estética, o los gastos para la adaptación de la vivienda y del vehículo, si fuera necesario.
