En la época estival se multiplican los controles y una multa puede amargarnos el descanso y descabalar nuestro presupuesto veraniego. Conoce nuestras recomendaciones.
El verano significa relajación, descanso y desconexión. Llegan las vacaciones y es momento de olvidarse por unos días de los problemas que han sobrevolado durante el año. Pero hay un único lugar donde esa distensión no puede estar presente. Más bien todo lo contrario. Hablamos del coche. Hay que asumir que vamos a pasar más horas seguidas al volante con el hándicap del calor, e incluso con algún que otro atasco. Eso obliga a poner los cinco sentidos para cuidar de nuestra vida y de la de los demás.
Antes de poner rumbo al destino vacacional es importante además hacer una revisión de los puntos críticos del vehículo. Nivel de aceite, presión de los neumáticos, líquido de frenos, funcionamiento de las luces, estado del detergente limpiaparabrisas, etc. Una forma de cubrirse las espaldas y ahorrarse episodios desagradables por el camino. Además, debido al aumento de traslados o de viajes por la noche y el ocio del verano te explicamos las multas más comunes durante el verano.
Las multas más típicas del verano que podemos evitar
Exceso de velocidad. No es un comportamiento exclusivo del verano, pero sí es cierto que las prisas por llegar al destino pueden jugar una mala pasada. Las multas por esta infracción van desde los 100 a los 600 euros, con la retirada de puntos del carné o del propio permiso directamente. Especial atención debemos prestar a las travesías de localidades donde la limitación es de 50 km/h o incluso de 30km/h.
Consumo de alcohol. Es una de las principales causas de mortalidad en carretera y por este motivo las sanciones pueden alcanzar los 1.000 euros e incluso una pena de prisión. En verano salimos más, bebemos más y eso es incompatible con coger el vehículo. Nunca está de más recordarlo.
Conducir descalzo, en chanclas o sin camiseta. El calor invita a vestir más cómodo y fresco. Pero una cosa es eso y otra bien distinta viajar en el coche como si estuviéramos en la playa. Conducir descalzo o con chanclas es, además de peligroso, una infracción que acarrea una multa de hasta 100 euros. Exactamente la misma sanción que si estamos al volante sin camiseta. En este caso no pondremos en peligro la seguridad de otros conductores, pero sí la nuestra propia por las rozaduras que puede ocasionar el cinturón y los daños irreversibles de una posible activación del airbag.
Comer o beber al volante. En viajes largos y, mucho más con un sol abrasador, es habitual que nos entre la tentación de picar algo o de echar un trago de agua para hidratarnos. Es algo lógico y además recomendable, pero no podemos hacerlo al volante, de lo contrario cometemos una infracción leve que supone una multa de cien euros. Las carreteras y autovías están repletas de estaciones de servicio y áreas de descanso para comer y beber con tranquilidad y seguridad.
Sacar el codo por la ventanilla. No es tan común como hace años gracias al aire acondicionado, pero todavía hay algún que otro conductor que adopta la postura de conducir con el codo fuera de la ventanilla. El Reglamento General de Circulación obliga a mantener una posición correcta, por lo que esta práctica puede desembocar en una multa de 80 euros.
En caso de siniestro en la carretera este verano, recuerda nuestras recomendaciones de las medidas y pasos a seguir. Pelayo está contigo para viajar este verano con tranquilidad.