El futuro de los coches será eléctrico. Nadie pone en duda esta realidad, sobre todo a raíz de que la UE haya aprobado una de las leyes más contundentes con relación a las emisiones contaminantes: la prohibición de fabricar coches diésel, híbridos o de gasolina a partir de 2035.
En principio, quienes más complicado lo tienen para adaptares a la nueva normativa son las empresas fabricantes, obligadas a presentar una nueva línea de vehículos en sustitución de los coches de combustión tradicionales. No obstante, los conductores también deberían empezar a plantearse el futuro de sus actuales vehículos y el de eventuales adquisiciones.
¿Qué establece la normativa europea sobre vehículos de combustión?
El Parlamento Europeo aprobaba recientemente nuevas medidas para la reducción de las emisiones contaminantes. Las tres claves principales de este cambio son:
- Prohibición de la fabricación de coches diésel, híbridos o de gasolina a partir de 2035 (no aplicable a su circulación).
- Reducción de las emisiones contaminantes en un 55 % para 2030.
- Limitación del uso de combustibles BIO y sintéticos al transporte de mercancía y a la aviación.
¿Hasta cuándo podrás circular con tu vehículo diésel o de gasolina?
Todavía tienes un amplio margen de 13 años para comprar un nuevo vehículo diésel, híbrido o de gasolina antes de que dejen de fabricarse en 2035. El margen se amplía si tenemos en cuenta el tiempo que podrás circular con ellos.
Los objetivos están puestos en conseguir que en 2050 todos los países europeos tengan un parque automovilístico cero emisiones. ¿Qué quiere decir esto? Que hasta entonces podrás seguir conduciendo tu vehículo de combustión, pero deberás tener en cuenta que las restricciones se irán endureciendo cada vez más.
Nuevos vehículos, nuevas necesidades
Con el paso del motor de combustión a los vehículos eléctricos, las compañías aseguradoras han tenido que adaptar sus pólizas a las nuevas exigencias del parque automovilístico. Cada vez están más extendidas las pólizas de seguro para vehículos eléctricos, con coberturas específicas como los daños en postes de recarga, la sustitución por un vehículo ECO, el servicio de recarga in situ o el remolque hasta un punto en el que esta pueda realizarse.