Todos los años nos hacemos el mismo propósito: “este año toca ahorrar”. Sin embargo, según el INE la tasa de ahorro de los españoles se sitúa en el 4,7% de la renta disponible, un porcentaje bastante bajo para las aspiraciones de la mayoría de los ciudadanos. ¿Tienes la sensación de que gastas demasiado dinero al mes? Tómate unos minutos para pensar en qué puedes estar haciendo mal.
En ocasiones no se trata solamente de unos sueldos demasiados bajos en relación al precio de la vida o del incremento de los impuestos, el precio del alquiler, la factura de la luz o la cesta de la compra. Es cierto que todos estos aspectos suponen el grueso de los gastos mensuales, pero también hay una serie de desembolsos superfluos que comprometen tus posibilidades de ahorro.
¿No consigues ahorrar? Tal vez es el momento de plantearse la situación desde una nueva perspectiva. Con los planes de ahorro de Pelayo te proporcionamos una herramienta flexible y adaptada a tus necesidades para que tengas la opción de ir planificando tu futuro euro a euro.
4 recomendaciones para garantizar el ahorro
- Sácale partido a las nuevas tecnologías. En la actualidad dispones de numerosas aplicaciones de economía doméstica que te permiten registrar cuándo, cómo y dónde gastas tu dinero. Es una buena forma de llevar un control detallado sin demasiadas complicaciones.
- Identifica tus gastos. Gracias a herramientas como la que ya hemos citado podrás hacer un seguimiento exhaustivo de tu dinero y determinar cuáles son los gastos necesarios y cuáles habrían resultado prescindibles.
- Planifica tus compras y lo que vas a gastar. Una vez que tienes claros los límites de presupuesto y las inversiones que son necesarias, resulta más sencillo no salirse de plan. Además, esto te permite buscar ofertas o suscribirte a programas de fidelización que te permitan ahorrar algunos euros.
- Trata de reducir el gasto energético. Optimiza el uso de electricidad en casa con bombillas y electrodomésticos de bajo consumo; replantéate la potencia eléctrica que tienes contratada y no malgastes recursos (p. ej., luces y televisores encendidos de forma innecesaria). Ya no es solo una cuestión de ahorro sino de conciencia medioambiental.