La humedad y las altas temperaturas son el caldo de cultivo perfecto para la aparición de plagas de insectos. Pero no todo está perdido: existen métodos eficientes para evitar que las plagas de insectos en el hogar se conviertan en un quebradero de cabeza.
Hormigas, mosquitos y cucarachas figuran entre las plagas de insectos más comunes durante el verano. Las zonas en las que el agua se queda estancada o en las que se acumula suciedad pueden convertirse en el foco de una plaga. Si no se toman las medidas de control pertinentes, lo que en principio es tan solo una molestia puede acabar convirtiéndose en un riesgo para la salud.
5 consejos sencillos para prevenir las plagas de insectos
Factores externos como las lluvias o la humedad son difícilmente controlables. Pero existen otras situaciones comunes sobre las que sí es posible tomar medidas para evitar que los insectos se instalen en casa durante el verano.
- Limpieza regular en el interior
Los ambientes sucios suelen ser los preferidos por los insectos, por lo que es importante prestar atención a los lugares menos accesibles en los que puede acumularse la suciedad, como la parte baja o trasera de los muebles y los electrodomésticos. La cocina y el comedor son las dos zonas de la casa más expuestas a la acumulación de suciedad. Se debe evitar dejar migas y restos de comida en mesas y encimeras, o platos sin lavar en el fregadero.
- Hacer un buen mantenimiento del jardín
La zona ajardinada de un inmueble debe mantenerse limpia y bien cuidada. Cortar el césped, podar los setos, eliminar las hojas y deshacerse del agua estancada en macetas y recipientes ayudará a evitar las plagas de insectos en el hogar.
- Tapar los agujeros
Las baldosas y los azulejos rotos, los desagües o los pequeños agujeros en las paredes pueden ser la puerta de entrada de las plagas de insectos. Conviene reparar y sellar esas pequeñas grietas con masilla, cemento o espuma expansiva para evitar que se conviertan en un coladero de bichos.
- Almacenar los alimentos de forma adecuada
Ciertos olores y sustancias (como miel, siropes y azúcares) atraen especialmente a los insectos. Para prevenir plagas, este tipo de alimentos (incluidos los de grano seco como las legumbres, el arroz o el café) deben guardarse en envases herméticos. También hay que vigilar que las frutas no maduren en exceso y se descompongan, un proceso acelerado por las altas temperaturas.
- Usar repelentes naturales
Algunas plantas como el romero, la albahaca o la lavanda repelen a los insectos al tiempo que perfuman el hogar con un aroma muy agradable. Junto a las trampas contra insectos ecológicas, son un remedio natural para mantener a los bichos a raya.
¿Es peligroso fumigar una casa?
Frente a una infestación grave, puede ser necesario recurrir a métodos químicos para acabar con las plagas de insectos en el hogar. Esta práctica no tiene por qué ser peligrosa siempre y cuando sea realizada por profesionales con las herramientas y los conocimientos adecuados.
La fumigación de una casa requiere la preparación previa del espacio, protegiendo elementos como el mobiliario, los aparatos electrónicos o las zonas en las que se almacena comida, así como el sellado de los cerramientos. Durante el proceso, las personas y los animales que habiten la casa deberán abandonarla durante el tiempo de seguridad que determine la empresa encargada de la fumigación. Una vez concluida la fumigación y la limpieza de las estancias, se puede regresar y hacer vida con normalidad, teniendo en cuenta que serán necesarias algunas revisiones periódicas para verificar que se ha acabado con la plaga.
Dependiendo de la póliza contratada, un seguro de hogar puede cubrir estos servicios o, cuanto menos, los daños producidos por la presencia de una plaga de insectos en casa.