hombre acariciando un caballo

En qué consiste la terapia con animales

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La conexión sensible que existe entre las personas y los animales puede resultar beneficiosa en el tratamiento de problemas de salud mental, física y emocional. No en vano, la terapia asistida con animales está cada vez más presente en hospitales, centros de mayores y escuelas infantiles.

Las terapias con perros y con caballos son las más populares, pero también hay terapias con aves, con delfines y con todo tipo de animales de granja. El éxito de estos tratamientos está tanto en el animal que participa en las sesiones como en las dinámicas de interacción.

¿En qué consiste la terapia asistida con animales?

La terapia asistida con animales (también conocida como TAA o zooterapia) no sustituye los tratamientos médicos tradicionales, sino que los complementa. Como su nombre indica, consiste en incorporar animales al proceso de recuperación física, psíquica o emocional de un paciente, y avanzar en las diferentes fases del tratamiento siguiendo las pautas de un profesional especializado en este tipo de intervenciones.

¿Quiénes pueden beneficiarse de la terapia con animales?

La terapia asistida con animales puede aplicarse en el tratamiento de diferentes condiciones de salud. Habitualmente se emplea en el abordaje de problemas de ansiedad, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), depresión o demencia. Pero también resulta de utilidad en el tratamiento del dolor o en la recuperación tras una lesión física que ha limitado la movilidad.

En general, la terapia con animales reduce el estrés, mejora la autoestima y favorece al equilibrio emocional. Esto hace que resulte una herramienta muy beneficiosa en el trabajo con enfermos de salud mental, colectivos en riesgo de exclusión social o personas con necesidades especiales.

¿Qué se hace una sesión de terapia asistida con animales?

Aunque no todas las terapias con animales son iguales, comparten una base común: los animales que intervienen en estas sesiones son una herramienta terapéutica, no una mascota. Además, para hablar de terapia asistida con animales debe haber una intencionalidad en la interacción entre estos y los pacientes tratados, para lo que es necesaria la intervención de un profesional de la salud que guíe estas dinámicas.

El desarrollo de una terapia con animales varía notablemente en función de los objetivos que se persiguen, del animal que interviene y de los ejercicios que se realizan. Estos son algunos de los animales de terapia más empleados en función de las necesidades específicas del paciente:

  • Terapia con perros: es la más versátil y se emplea en todo tipo de tratamientos, tanto físicos como psicológicos. Pasear un perro mejora la autoestima y desarrolla el sentido de la responsabilidad.
  • Terapia con caballos: es la más empleada en tratamientos de rehabilitación física. Montar a caballo mejora el equilibrio y favorece el desarrollo motor.
  • Terapia con gatos: el ronroneo de los gatos al acariciarlos tiene un efecto relajante y ayuda a reducir los niveles de estrés.
  • Terapia con delfines: no es tan accesible como la terapia con otro tipo de animales, pero se emplea desde hace décadas en el abordaje del autismo. Bañarse con delfines estimula la respuesta emocional y fomenta la comunicación.

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